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Caracas, julio 25 - Al cumplirse 37 años del brutal asesinato del líder revolucionario Jorge Rodríguez, habrá un acto homenaje en el Cementerio general del Sur.
Será a las 10 de esta mañana y estarán presentes el presidente Nicolás Maduro y el hijo del asesinado fundador de la Liga Socialista, Jorge Rodríguez, quien actualmente es el alcalde de Caracas.
Jorge fue detenido, torturado y asesinado en 1976 por los esbirros de la IV república, bajo gobierno de Acción Democrática.
Compartimos lo que al respecto escribió el colaborador de Aporrea.org Lorenzo Angiolillo Fernández:
“Muerte natural o muerte repentina”.
Así de “Natural” eran las Desapariciones de Dirigentes Sociales en la IV, el cinismo ocultaba su rostro, tras una bocanada de humo, que expulsara unos labios acostumbrados a mentir pero nerviosos esta vez ante la grandeza humana de la victima sacrificada por instrucciones de la C.I.A EN BUSCA DE UNO DE SUS ESBIRROS, Lepage pasaba con la nefasta rueda de prensa al basurero de la Historia, y se crecía para siempre, ante la patria un mártir, valiente, un baluarte admirado por propios y adversarios.
El anuncio definitivamente marcaba las conciencias de otros jóvenes de la época, en medio de la rabia y el dolor, estallaban los sollozos amorosos de la militancia revolucionaria y los cristales de las cámaras escrudiñaron el humo asesino para fotografiar el rostro frio de la represión, se quebraba nuevamente la farsa democrática.
En el edificio “LAS BRISAS” de los Chaguaramos antigua sede de la Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip), fue hallado en un calabozo el cadáver de Jorge Rodríguez “Muerte natural o muerte repentina” calificara temeroso el status quo moribundo. Los actuales residentes, del edificio convertido en residencias, y los que laboraron para su reforma nos dicen en ocasiones oír gritos y ruidos, como señal acusadora de las decenas de víctimas, y uno en particular el golpe seco de la caída inerte de un cadáver, nos aseguran que es inconfundible este sonido, del que fue testigo ese espacio, y se repite cada cierto tiempo en la otrora mazmorra dedicada a la violación constante de los más elementales derechos humanos.
Son los gritos, los sonidos y el golpe seco de la humanidad inerme, que recurren a través del tiempo, contra el olvido, no saben dónde ir. Que la Luz de la Verdad los apacigüe. El silencio escuda y suele encubrir. El capítulo más trágico de aquella dramática época, no resulta tan relevante como la realidad que oculta.
Con el vil asesinato de ese joven que se vislumbraba como un líder histórico, que asume la Dirección Juvenil en reemplazo de Víctor Soto Rojas que sube a las montañas. El Joven mártir, que es uno de los fundadores del proyecto Organización de Revolucionarios (OR) Liga Socialista con Carmelo Laborit, David Nieves, Julio Escalona, Pedro Losada, Elías Eljuri, Marcos Gómez y Fernando Soto Rojas en la década de los 70.
El hecho que camino a la sepultura acompañado de familiares, amigos, del pueblo y líderes de los movimientos sociales y revolucionarios a la altura de Lavomat, antigua sede del DIM, fuera atacado a tiros el cortejo con el féretro de otro eterno, desesperado el sistema moribundo trataba de matar la inmortalidad.
El secuestro de William Frank Niehous un alto directivo de la Transnacional Owens Illinois cuya planta está ubicada en Valencia entre Ciudad Alianza y Paraparal, es el caso de secuestro "Político" más largo de la historia venezolana, la transnacional que representaba Niehous estuvo involucrada en espionaje extorsión y parte de intromisión en algunos asuntos internos del país, acusando a esta empresa de ser fachada de la CIA, la acción antiimperialista que se dice también conto con apoyo de sectores nacionalistas y progresistas dentro del gobierno, había desatado una furiosa batida por parte de los órganos de seguridad del estado en contra de los sectores populares y revolucionarios, por los lacayos y los asesores de la C.I.A que operaban de forma descarada dentro de los organismos de Seguridad, en procura de ello se incremento las diversas técnicas empleadas por los mercenarios en diferentes campos de batalla, y toda una maquinaria imperial en el territorio venezolano, contra indefensos líderes sociales, es el primer punto de quiebre de el Pacto de Punto Fijo, (el definitivo el 4F) se puso en evidencia sus amos e intereses respondían al imperialismo yanqui.
La farsa nacionalista también hizo aguas dentro de sectores del status quo, definiendo a los patriotas y a los entreguistas, fracturas incluso en Partidos como AD, COPEI, MAS, URD, MEP, un examen sociopolítico que hasta ahora no se ha hecho de forma rigurosa en el marco de esa coyuntura, las rupturas, definiciones, delaciones, y firmezas alcanzaron por igual a diversos sectores políticos de la época, en ese mismo marco político represivo, caen abatidos , desaparecidos o presos, por delación o represión diferentes cuadros revolucionarios.
La lista de detenidos se engrosaba día por día y se allanaban casas en Caracas, La Guaira, Valencia, Boconó y otras ciudades, al mismo tiempo, dentro de los organismo de seguridad a pesar de la supuesta cohesión represiva y brutal, también desarrolla un nivel de conciencia en sectores o hombres de estado honestos y patriotas, molestos por las violaciones de derechos humanos y que ven con simpatía la defensa integral de la nación, en una acción que se trato de estigmatizar, por saber o sentir los lacayos y su amo que comenzaba a moverse el piso de otras maneras o con otras metodologías de lucha más acorde a la realidad nacional. La acción valiente de hombres antiimperialistas, acelero los acontecimientos , evidencio la realidad oculta, de la Venezuela de la época, es probablemente un corte epistemológico de la historia venezolana , marcado y sembrado en el consciente colectivo, por la gota que derramo el vaso, el hecho atroz del asesinato de Jorge Rodríguez.
http://www.aporrea.org/actualidad/a170346.html
Será a las 10 de esta mañana y estarán presentes el presidente Nicolás Maduro y el hijo del asesinado fundador de la Liga Socialista, Jorge Rodríguez, quien actualmente es el alcalde de Caracas.
Jorge fue detenido, torturado y asesinado en 1976 por los esbirros de la IV república, bajo gobierno de Acción Democrática.
Compartimos lo que al respecto escribió el colaborador de Aporrea.org Lorenzo Angiolillo Fernández:
“Muerte natural o muerte repentina”.
Así de “Natural” eran las Desapariciones de Dirigentes Sociales en la IV, el cinismo ocultaba su rostro, tras una bocanada de humo, que expulsara unos labios acostumbrados a mentir pero nerviosos esta vez ante la grandeza humana de la victima sacrificada por instrucciones de la C.I.A EN BUSCA DE UNO DE SUS ESBIRROS, Lepage pasaba con la nefasta rueda de prensa al basurero de la Historia, y se crecía para siempre, ante la patria un mártir, valiente, un baluarte admirado por propios y adversarios.
El anuncio definitivamente marcaba las conciencias de otros jóvenes de la época, en medio de la rabia y el dolor, estallaban los sollozos amorosos de la militancia revolucionaria y los cristales de las cámaras escrudiñaron el humo asesino para fotografiar el rostro frio de la represión, se quebraba nuevamente la farsa democrática.
En el edificio “LAS BRISAS” de los Chaguaramos antigua sede de la Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip), fue hallado en un calabozo el cadáver de Jorge Rodríguez “Muerte natural o muerte repentina” calificara temeroso el status quo moribundo. Los actuales residentes, del edificio convertido en residencias, y los que laboraron para su reforma nos dicen en ocasiones oír gritos y ruidos, como señal acusadora de las decenas de víctimas, y uno en particular el golpe seco de la caída inerte de un cadáver, nos aseguran que es inconfundible este sonido, del que fue testigo ese espacio, y se repite cada cierto tiempo en la otrora mazmorra dedicada a la violación constante de los más elementales derechos humanos.
Son los gritos, los sonidos y el golpe seco de la humanidad inerme, que recurren a través del tiempo, contra el olvido, no saben dónde ir. Que la Luz de la Verdad los apacigüe. El silencio escuda y suele encubrir. El capítulo más trágico de aquella dramática época, no resulta tan relevante como la realidad que oculta.
Con el vil asesinato de ese joven que se vislumbraba como un líder histórico, que asume la Dirección Juvenil en reemplazo de Víctor Soto Rojas que sube a las montañas. El Joven mártir, que es uno de los fundadores del proyecto Organización de Revolucionarios (OR) Liga Socialista con Carmelo Laborit, David Nieves, Julio Escalona, Pedro Losada, Elías Eljuri, Marcos Gómez y Fernando Soto Rojas en la década de los 70.
El hecho que camino a la sepultura acompañado de familiares, amigos, del pueblo y líderes de los movimientos sociales y revolucionarios a la altura de Lavomat, antigua sede del DIM, fuera atacado a tiros el cortejo con el féretro de otro eterno, desesperado el sistema moribundo trataba de matar la inmortalidad.
El secuestro de William Frank Niehous un alto directivo de la Transnacional Owens Illinois cuya planta está ubicada en Valencia entre Ciudad Alianza y Paraparal, es el caso de secuestro "Político" más largo de la historia venezolana, la transnacional que representaba Niehous estuvo involucrada en espionaje extorsión y parte de intromisión en algunos asuntos internos del país, acusando a esta empresa de ser fachada de la CIA, la acción antiimperialista que se dice también conto con apoyo de sectores nacionalistas y progresistas dentro del gobierno, había desatado una furiosa batida por parte de los órganos de seguridad del estado en contra de los sectores populares y revolucionarios, por los lacayos y los asesores de la C.I.A que operaban de forma descarada dentro de los organismos de Seguridad, en procura de ello se incremento las diversas técnicas empleadas por los mercenarios en diferentes campos de batalla, y toda una maquinaria imperial en el territorio venezolano, contra indefensos líderes sociales, es el primer punto de quiebre de el Pacto de Punto Fijo, (el definitivo el 4F) se puso en evidencia sus amos e intereses respondían al imperialismo yanqui.
La farsa nacionalista también hizo aguas dentro de sectores del status quo, definiendo a los patriotas y a los entreguistas, fracturas incluso en Partidos como AD, COPEI, MAS, URD, MEP, un examen sociopolítico que hasta ahora no se ha hecho de forma rigurosa en el marco de esa coyuntura, las rupturas, definiciones, delaciones, y firmezas alcanzaron por igual a diversos sectores políticos de la época, en ese mismo marco político represivo, caen abatidos , desaparecidos o presos, por delación o represión diferentes cuadros revolucionarios.
La lista de detenidos se engrosaba día por día y se allanaban casas en Caracas, La Guaira, Valencia, Boconó y otras ciudades, al mismo tiempo, dentro de los organismo de seguridad a pesar de la supuesta cohesión represiva y brutal, también desarrolla un nivel de conciencia en sectores o hombres de estado honestos y patriotas, molestos por las violaciones de derechos humanos y que ven con simpatía la defensa integral de la nación, en una acción que se trato de estigmatizar, por saber o sentir los lacayos y su amo que comenzaba a moverse el piso de otras maneras o con otras metodologías de lucha más acorde a la realidad nacional. La acción valiente de hombres antiimperialistas, acelero los acontecimientos , evidencio la realidad oculta, de la Venezuela de la época, es probablemente un corte epistemológico de la historia venezolana , marcado y sembrado en el consciente colectivo, por la gota que derramo el vaso, el hecho atroz del asesinato de Jorge Rodríguez.
http://www.aporrea.org/actualidad/a170346.html
Una “muerte natural”. Así describió el ministro del Interior, Octavio Lepage, el brutal asesinato del maestro y militante socialista, Jorge Rodríguez, el 25 julio de 1976, en la sede de la Disip, policía política de la época. Posiblemente tenía razón: eso, es decir, los atropellos, la tortura y la muerte era lo natural, lo que probablemente le ocurriría a todo revolucionario que cayera en manos de los órganos de seguridad.
Transcurría el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez. Así pasó durante las 4 décadas de la llamada IV República, que bajo la máscara de la democracia representativa castigó con violencia total cualquier acción de disidencia o de algún tipo de resistencia de los sectores populares. “Me encontraba anoche en mi despacho preparando esta rueda de prensa cuando recibí, en de la eh en la la (sic) la noticia, la horrible noticia, de que estaba muerto en su calabozo de la Disip, Jorge Rodríguez, aparentemente de muerte repentina.
De muerte natural o muerte repentina”, dijo Lepage como lo registran los medios de aquella época. (Se recuerda que se fumó como ochocientos cigarrillos durante la comparecencia televisiva) Rodríguez, de sólo 34 años de edad, era el fundador y secretario general de la Liga Socialista, una organización pequeña pero combativa de militantes revolucionarios, que luego de la derrota de la “lucha armada” buscaban mecanismos para impulsar la transformación radical y anticapitalista en Venezuela. MUERTE A LOS REVOLUCIONARIOS Su captura y secuestro por parte de la policía política se pretendía justificar con la acusación de participación en el secuestro del estadounidense William Frank Niehous, presidente de la empresa fabricante de vidrio Owen Illinois, ocurrido en Caracas el 27 de febrero de 1976.
Sin embargo, su detención ilegal pudo ser parte de las acciones represivas para frenar los avances revolucionarios. Durante 1975 y 1976, en la Liga Socialista se comenzó a ver el crecimiento y su expansión a escala nacional. Esta organización realizó manifestaciones públicas importantes como la marcha antiimperialista que cruzó el país de Oriente a Occidente y de Norte a Sur y culminó con una gran concentración popular en la ciudad de Cabimas; también a ganar elecciones sindicales y de centros de estudiantes.
Luego de su detención, en la avenida Sucre, frente al liceo Miguel Antonio Caro, al dirigente Jorge Rodríguez lo llevan a un paraje solitario de la carretera Panamericana, vía a los Altos Mirandinos. Los agentes Braudio Gudiño La Cruz, Guillermo Zambrano Salazar, Itamar Ramírez y Juan Álvarez Díaz fueron los que trasladaron. Fue torturado a fin de que revelara la ubicación del secuestrado.
Por no delatar y acusar a sus compañeros de hechos en los que además no estaban involucrados, Jorge Rodríguez recibió una golpiza extrema.
Fue regresado a la Disip donde agonizó por horas en una celda conocida como “tigrito”. Hasta allí le llegó repentina pero “natural” e inevitable la muerte.
Su cuerpo mostró derrames internos y desprendimiento de órganos así como numerosas fracturas. (La tenaz denuncia de JoséVicente Rangel permitió establecer la verdad).
¡Honor y Gloria!
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