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CREDITO:AVN
- Mientras se preparaba el acto de ascensos militares en el Cuartel de la Montaña, personas de distintas partes del país llegaron a la parroquia 23 de Enero para rendir homenaje al líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, y muchos se acercaron a la capilla "San Hugo Chávez Frías" que dispuso la comunidad.
De Mérida, Barquisimeto, Valencia, Maracay, y de otras ciudades, visitaron el sector donde reposan los restos del Comandante Chávez, entre los venezolanos que llegaron del interior del país estaba la señora Yurimar, del estado Lara, que además de ver a su hija desfilar en el Paseo Los Próceres, quería visitar el Cuartel de la Montaña.
"Para mí Chávez es un hermano, porque somos hijos de Cristo. Estoy aquí por todo lo que hizo en estos años al frente del país", apuntó.
Dentro de la capilla a Hugo Chávez estaba Eucaris Pereira. Del barrio 19 de abril, de Petare se fue hasta el 23 de Enero para conmemorar los cuatro meses de la partida física de quien fue presidente del país por 14 años.
"Quiero hacerle un diploma para traérselo a la capilla y agradecerle a Dios por darnos a ese tremendo hombre aquí en la tierra", apuntó.
Su mamá fue operada de la rodilla y su hermano de la vista dentro de la Misión Milagro, dice que no hubiera sido posible sin una Revolución, pero no se queda en lo familiar, reconoce que hoy muchos niños que sufren del corazón pueden ser tratados gratuitamente.
Pero más allá de los beneficios alcanzados, dice que el legado de Chávez está en las ideas que inculcó al pueblo y resaltó el valor que tiene aquella unidad en la que insistió tanto el líder bolivariano.
"La gente hoy no se deja engañar fácilmente, la gente conoce sus leyes, sus derechos. Tenemos que luchar por la paz, por la unidad, y vencer la discordia, además América Latina está más unida que antes".
El mismo Chávez, cuando se conmemoró el bicentenario de la Independencia de Venezuela, llamó a el fortalecimiento de la unidad nacional y a vencer divisionismos y conspiraciones con paz y con alegría.
La señora Milagros Maicabares recuerda estas palabras. Ella vive cerca del Cuartel de la Montaña, da testimonio de la cantidad de personas que visitan diariamente el lugar, e insiste que fue una de las que le llevó café y sándwiches a los soldados rebeldes aquel 4 de febrero de 1992.
"La organización es fundamental para cumplir con el legado de Chávez, y con su llamado de "unión, unión, unión". Las comunidades y los colectivos deben superar las pequeñas discordias que existan. Muchos tenemos la fuerza de estar unidos, si estamos desunidos se nos cae este proceso", explicó.
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