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Credito:AVN
Yo sí puedo" bien puede ser una consigna, aunque para la Misión Robinson sea, más que eso, un método de lecto-escritura para darle poder ciudadano al pueblo. Luego de 10 años de trabajo, este programa educativo impulsado por el Gobierno Nacional ha demostrado que 1.756.250 venezolanos sí pudieron efectivamente alfabetizarse.
Aunado a esta cifra, un total de 789.436 personas han egresado de la Educación Básica (de 1º a 6º grado), la fase Robinson II de este programa integral de alfabetización que ha acogido principalmente a adultos mayores, personas privadas de libertad, población con alguna discapacidad y adultos de muy bajos recursos.
Este lunes 1º de julio será la ocasión propicia para festejar diez años de esta experiencia que permitió que en 2005 Venezuela fuera declarada territorio libre de analfabetismo por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), toda vez que para ese año 97% de la población venezolana que no sabía leer ni escribir ya se encontraba formada para el ejercicio de estas facultades.
La propuesta va directamente a los hogares. "Es una cosa hermosísima ver como luchan los facilitadores para que la gente se incorpore. Ellos (los maestros) te buscan en tu casa, te convencen y te enamoran para que estudies", expresó la directora de Misión Robinson, Marisol Calzadilla.
En 2003, el Ejecutivo Nacional se propuso reforzar el sistema educativo del país, con especial atención en la educación de adultos, para proveer de educación integral a aquellas personas que, históricamente, habían quedado al margen del sistema educativo y por ende del proceso integral de formación ciudadana.
La Misión Robinson I, nombrada así en honor del gran pensador y pedagogo venezolano Simón Rodríguez, nació entonces con el propósito de que todos los venezolanos sin importar edad, condición o ubicación geográfica, pudieran leer y escribir.
A través del método Yo sí puedo, diseñado por la profesora cubana Leonela Realy, que combina datos numéricos y de lenguaje para inducir al aprendizaje, comenzó la Misión Robinson I, que contó con la participación de instituciones educativas, organizaciones sociales, juveniles y comunitarias que instalaron un total de 80.000 puntos de alfabetización en todo el país.
Actualmente, son 33.757 facilitadores voluntarios que prestan apoyo a las 246 mil 607 personas que se encuentran en sus aulas de clases.
Adicional a esto, los estudiantes cuentan con la biblioteca Robinson, una colección de fácil lectura en la que se encuentran leyendas como El Silbón y La Sayona, los oficios que se hacen en el país, las bondades de arbustos venezolanos, la vida de especies marinas como peces, así como clásicos de la literatura hispánica como el Don Quijote de la Mancha.